8.11.06

Tijeras y objetividad...

He estado dando algunas vueltas acerca de cuál es el problema de tres áreas que me interesan, como son el cine, la música y el cómic, creo que en las tres es un poco de lo mismo…

En las tres áreas falta alguien que ejerza las funciones que hace un productor musical en un disco, es decir, que ayude a la banda a generar un sonido, muchas veces imprimiendo algo de su sello (sin distorsionar mucho el sonido de la banda claro está), pero que de una opinión objetiva, desde fuera del proyecto.

En Chile el guionista de una película generalmente se vuelve el director, aparte de pasar un buen rato tratando de conseguir las lucas… eso hace que su nivel de apego emocional con el guión sea demasiado alto, muchas veces pasando por alto detalles que no son necesarios o que hacen guatear el producto…


Esto se nota aún más a niveles de autogestión, como los cortometrajes, después de pasar dos días viendo cortometrajes me doy cuenta que generalmente hay un problema de síntesis… no saben donde terminar ni qué pedazos cortar, pero creo que todos los que vi hasta ahora les sobraba un pedazo… lo importante es el mensaje, más que la elipsis total de la historia, o algunos caprichos estéticos.

En los cómics pasa algo similar, generalmente el que arma un cómic en Chile es un dibujante, muchas veces espectacular… pero son dibujantes, no guionistas y eso hace que el producto se desinfle muchas veces a pesar de los lindos dibujos. Eso no quita que con el tiempo el dibujante se vaya puliendo como guionista, pero creo que no es la idea, especialmente cuando cuesta bastante sobrevivir en la jungla editorial, con un producto complicado como el cómic.

En ambos casos se requiere alguien que mire desde afuera, le de un par de vueltas y te comente el tema, ojalá con experiencia y que no trate de disfrazar los comentarios, muchas veces brutales que requiere el producto… porque eso es lo que es, un producto, que para sobrevivir y destacar tiene que ser bastante “redondito”.

La música es lo mismo… alguien tiene que definir qué sonido va en la mezcla, qué elementos adquieren protagonismo y cuales no, sin competir con los egos de la banda, lo que evita los niveles de fricción interna, cuando haces la música, cantas las canciones y produces el disco, pierdes la objetividad, lo que perjudica el sonido.

Probablemente ahora se estarán preguntando qué se cree este weón que les escribe… bueno es mi opinión, y probablemente me estoy candidateando para editor general de cualquier proyecto… o tal vez me interesa más algo así como una contraloría de contenidos.

Tal vez mi problema es que me es más fácil pulir un proyecto ajeno que uno propio… probablemente por mi apego a las brillantes ideas que se me ocurren, que impide ver claramente… quien sabe, aunque nunca estoy conforme en general, siempre quiero un poco más, pulir ese diálogo, que no suene imbécil o artificial… es una cosa de locos, pero es el mensaje el que nos golpea, y la forma no debe interferir en ese mensaje.