7.12.07

Principios...

Ayer tuve una de esas revelaciones de carácter, cosas que para mi son tan incuestionables que son parte del núcleo de mi ser.

Ayer recibí una cátedra respecto a la lealtad, de cómo mi lealtad debe ser hacia la institución que me paga todos los meses y no a los individuos que la componen. Estoy en total y absoluto desacuerdo. Mi lealtad es hacia las personas, porque son ellas las que se ganan mi lealtad. La lealtad no la puedo comprar con un cheque a fin de mes.

Eso no quiere decir que por “lealtad” o “amistad” yo vaya a hacer algo incorrecto, inmoral o derechamente delictivo.

Mi lealtad se la debo a los míos, y son los míos todos aquellos a quienes les he extendido mi amistad.

He aprendido que no siempre mis parámetros de lo que se debe o no se debe hacer son iguales a los del resto, por ejemplo nunca consideré el sexo con la ex–polola de un amigo como algo intrínsecamente malo, mis amigos se preocuparon de dejarme claro que ellos sí. Pero bueno soy el rey del echando a perder se aprende.

Me dolió profundamente esa idea de lealtad… algo dentro mío exige que lo importante no son las instituciones, los símbolos o las cosas, lo importante es la gente que cree y sangra por eso, con ellos conecto, estos son mis principios y así me voy a morir.

Si no he cambiado en tantos años no voy a empezar ahora.

Esta es otra de mis facetas, aunque mis amigos lo duden, tengo principios :P

Esa persona que le gusta la vida relajada, que la Bárbara molesta por lacho (que he descubierto que es una opinión generalizada de las pololas y señoras de mis amigos, no es mi culpa haberme criado sin tanta tranca), medio deslenguado y sin vergüenza alguna, que se comporta egoístamente en un millón de cosas, tiene principios.

Creo firmemente en la buena fe de las personas, es casi patológico en mí creer que la gente tiene buenas intenciones y a veces no entiendo mucho cuando me topo con gente realmente malintencionada.

Odiar consume tanta energía que no tiene ni un sentido, especialmente cuando amar es más fácil y genera mejores resultados.

Todavía estoy con ese grito atravesado en mi garganta, antes muerto que traidor a mi mismo.

2 comentarios:

Juanjo dijo...

Comparto tu criterio. La lealtad es hacia las personas, porque son las personas las que se la van a jugar por ti. La empresa velará siempre por sus intereses comerciales. Después de todo ese es uno de sus objetivos.

Eso no significa que uno vaya a encabezar la lucha contra el establishment, sino que tener claro como funcionan las cosas, y que después, las vueltas de la vida te pueden llevar a compartir un café a orillas del Sena con un amigo, no con una empresa.

Rocío dijo...

Andresito...

Me gustó lo que escribiste, principalmente por que es tan tú, otra persona no lo hubiese escrito igual, y es importante ser uno mismo.

No me cabeduda que has aprendido de tus errores, que no consideras errores, pasados, por lo menos para tener en cuenta que a aquellos que te rodean les complican.

Respecto a lo de lacho, es extraño, pero nunca te ví de esa manera, a lo mejor por que no soy ni la mujer ni la polola de alguno de tus amigos, y sólo la hermana de uno, pero ya vez, más importante que eso es que también te considero tu amiga.

Un gran beso y si quieres hablar sobre la lealtad exigida para con las instituciones que nos "dan de comer" uff creeme que en mi mundo es un poquito más complicado que eso

Bye ;)