20.8.08

En USA...

Hoy es es el primer día relajado (y con Internet) que tengo desde que llegué a los USA.

Vamos a hacer un poco de memoria.

Me subí al avión al borde del colapso, estaba cansadísimo, y tuve que esperar como dos horas solo porque nadie en mi casa me pudo ir a dejar, asi que sali directo de la pega.

En el avión batallé a duras penas contra el sueño para esperar la comida, comí y desperté cuando me ofrecieron desayuno, lo que me pareció excelente. Me bajé en Miami a las 6 de la mañana y mi vuelo de conexión salía alrededor de las 9:00. Cola para ingresar a USA, excelente, que mejor que esperar en burocracias, memoricé la dirección donde se suponía me iba a quedar en caso que me tocara algún oficial que no le gustara mi condición demográfica de posible latino inmigrante. La cola se demoraba, y a mi lo único que me dijeron fue "que tenga una buena estadía" y me timbraron mi pasaporte. Siguiente paso encontar mi bolso. Eso fue fácil. Siguiente etapa, encontrar donde tengo que tirar mi bolso y a mi mismo para el siguiente vuelo. El aeropuerto de Miami es monstruoso... ya no me acordaba lo grande que era, claro que la ultima vez que estuve en el andaba con mis viejos que asumo alguna noción de hacia donde iban tenían. Despues de caminar arrastrando el bolso un rato descubrí que lo estaba haciando en la dirección opuesta... asi que vuelta. American Airlines está en un extremo del terminal, lo maravilloso de estos sistemas modernos es que ni siquiera tenía pasajes, me acerqué al mesón y pedí mi pasaje. Creo que ese proceso me debe haber tomado como cuarenta minutos. Me queda solo hora y media, y al menos no tengo que andar arrastrando mi equipaje. Me puse a buscar un WIFI gratis. Iluso.

No tenía hambre asi que me terminé comprando unos comics para leer en la hora y media que me faltaba para poder ingresar a chequearme. Si me quedaba dormido, las posibilidades de perder el vuelo no eran muy alentadoras. Watchmen es un gran comic, y espero que la película le haga justicia, por lo menos el trailer se ve a toda raja. Tomé mi vuelo y nadie me pidió los pasajes... fue casi como si me colara en el avión. Tengo el pasaje completito en mi poder. El vuelo de American a Washington dura como tres horas, en un avión más charcha y atendido por dos prototipos de barbie avejentados... llegaba a dar susto.
Para poder subirme al avion me tuve que sacar los zapatos y pasar por el detector de metales. Sumamente relajado, al parecer no tengo cara de que voy a dejar algun desastre, porque lo que tomaba más tiempo eran las colas y a la unica persona que tuve que mostrarle mi pasaporte fue a la niña del mesón para que me imprimiera el pasaje. Más lo que me han preparado contra el sistema de ingreso a yanquilandia y nada.

Llegué a Washington como a mediodía, un poco antes de lo esperado. Obviamente en el aeropuerto una vez que salí tomé hacia el lado equivocado pero finalmente encontré mi bolso y a Jason que me estaba esperando ahí.

Después de los saludos correspondientes, me subo a la camioneta y nos vamos a Lewes, en el estado de Delaware. Hasta el minuto he estado en Florida, District of Columbia (No es un estado... es una zona especial que ni siquiera tiene senadores ni diputados, quien diría que la capital de los USA y territorios aledaños no tiene representación en el congreso). A Lewes llegamos como a las 15:30, donde nos esperaba Jen (esposa de Jason), Brandon (amigo de Jason), Nancy (mamá de Jen) y Diana (amiga de Nancy). El viaje y el entorno son preciosos, mucho verde, lagos, ríos, puentes. Hasta el minuto la experiencia visual es de primera.

Dejé mis pertenencias en mi habitación designada, tomo una ducha (a esas alturas ya llevaba como 32 horas sin ducharme y realmente lo necesitaba). Una vez que ya me sentí persona de nuevo, nos subimos nuevamente a la camioneta y partimos a Rehoboth (que a mi siempre me sonó como el primo perdido de Optimus Prime o Megatron). Lewes es como las Rocas de Santo Domingo... mucha casa, bastante tranquilo... Rehoboth es más como Algarrobo y hay más weveo. Obviamente todo esto a escala gringa. Por ejemplo Lewes tiene una zona en donde no puedes construir casas, por lo que tienes que mover una... asi que encuentras casas del 1800... si hasta un faro movieron y reacondicionaron como casa. Rehoboth es una pequeña ciudad de veraneo, bonitas casas, bonitas playas, me bañé en el Atlántico. Me quedé hasta el martes de esa semana en Lewes, visitando los alrededores, comiendo Buffalo wings (que no son de búfalo, son de pollo), pescados, pastel de cangrejo... a estas alturas he descubierto que el 75% de la comida gringa es frita, es como el capítulo de Los Simpsons, donde Homero se compra la freidora, estoy esperando que me traigan la bandeja frita y me la pueda comer. Por cierto, me comí unos blueberry scones que preparó Nancy de lujo...

Hay todo un cuento con las microbrewery para hacer cerveza artesanal... la idea es hacer de muchas variedades y te venden samplers, si no sabes que es lo que quieres, o como en mi caso las descripciones y marcas no te hacen mucho sentido... por lo menos descubrí que si es una India Pale Ale, probablemente me guste.

El martes partimos hacia Philadelphia y empezaba el viaje hacia GenCon, la convención ñoña más grande del mundo. En Philadephia, dimos un par de vueltas, conocí el departamento de Jason, ayudé con algunas cosas... y partimos hacia Tyrone, que es el pueblo donde Jason creció y sus padres todavía viven ahí. Ahí la idea era pasar la noche y seguir para Indianapolis. Cerca del camino nos detuvimos para recojer a Karl y Josh. En esta visita a Gen con seríamos un grupo de siete, y Karl y Josh fueron los primeros que había que recoger. Karl es fanático de Star Wars, no habla mucho, pero es un buen tipo, aunque algo tímido, Josh, por otro lado, no es para nada tímido y es judío, y hace chistes al respecto bastante seguido (estoy eligiendo esto porque soy un judío avaro, tú sabes). He de decir que me sentí en Seinfield.

El miércoles nos juntamos con Mike, Rob y Dave y partimos la ruta hacia Indianapolis. El viaje incluye conversaciones ñoñas, y una parada en Columbus, Ohio. Primero paramos en la librería de libros usados donde Eryn (hermana de Jason) trabaja y donde me compré una serie de libros por 2 dolares cada uno. Basicamente los libros costaban 4 dolares, pero Eryn usó su descuento de empleado y me hicieron un descuento de 50% adicional... me compré libros por los que he pagado 20 lukas por luka. Lo encontré lo máximo. Después me enteré que todos los meses esa pura librería dona cerca de treinta cajas de libros y bota el resto. EN ESTE PAIS BOTAN LOS LIBROS PORQUE YA NADIE MÁS LOS QUIERE. Por supuesto que a 4 dólares una novela a nadie le importa mucho, pero me hace darme cuenta de ciertas diferencias fundamentales, como por ejemplo, los libros son muy caros en Chile y no hay una masa de gente que le guste leer.

Pasamos a comer pizza a un local que creo se llama Ground Dog. Totalmente recomendable. Después seguimos hasta Indianapolis, llegando casi a las 11 de la noche. A estas alturas ya llevo Florida, District of Columbia, Delaware, Maryland, Philadelphia, Ohio e Indiana.

2 comentarios:

@pauli_moli dijo...

Hace rato que no te leia tan relajado, que buena!!!! Genial tu viaje sigue disfrutando y sacate mil fotos. Un abrazote.

Magdalena dijo...

Holaaaa, hermanitoooo!!!! Te echo de menoos!!!

Acá he estado vuelta loca, y sin vida... De aquí a noviembre estaré convertida en un harapo humano, pero todo sea por una buena causa.

La mamá ha estado preguntando por ti. Obvio. Pero me da lata darte la lata a ti con eso.

Pásalo chanchoooooo!!!!!

Te quiero mucho...

Nos vemos...

Besos...

Abrazos...

(me falta con quién pelar el cable un rato...)

(¿se nota?)

(jeje)

MUAKS!