15.9.09

No estaba muerto...

...andaba de parranda... más o menos.

Dicen que la gracia de caer y tocar fondo es que ya no se puede caer más abajo. Las pelotas. No se sabe cuan abajo está el fondo, siempre se puede caer más abajo, por lo que no queda otra que tratar de levantarse y subir después de cada porrazo.

Me entretuve mirándome en el espejo... identificandome con cada grieta, mimetizándome... sólo para descubrir que no necesito eso. Yo soy yo.

Pierdes un poco la perspectiva, llega un minuto que estás tan adormecido que ya no sientes como se clavan las agujas en tu cuerpo... y ya no importa nada.

Es ahí cuando las expectativas se caen al suelo, ya no queda nada que esperar, donde lo único positivo del día es una cerveza, música y un cuerpo tibio. Y da lo mismo qué cerveza, qué música y que cuerpo. Y cuando eso no está... no hay nada que ni siquiera se aproxime a esa evasión. Sexo, drogas y rock & roll son un mundo paralelo. Y se puede vivir de martes a sábado en los locales adecuados y para descansar está el domingo y el lunes, si es que quieres descansar, porque hay porquerías que te ayudan a seguir carreteando los domingos y los lunes.

Es entonces cuando eso se vuelve tu vida, y tratas de que el ruido sea permanente. Así no escuchas tus pensamientos... hace mucho rato que no piensas... total, todo es risas, fiestas y amigos.

La realidad no se va a ninguna parte y eso es lo malo. Aprendí de leyes, juicios y trucos... más conocimientos que no habría querido tener en mi vida... y a estas alturas son varias las cosas que no quisiera saber.

Eventualmente el conversar las cosas y que te exijan profundidad ayuda a poner tus cosas en perspectiva. Y te das cuenta que son todas excusas. El único que puede poner las cosas en su lugar es uno, y para eso hay que tener cuidado con los lastres, propios y adquiridos. Los límites a donde puedo llegar me los puse yo. Hay muchas cosas en que ya la cagué, no puedo volver atrás. La verdad es que así es la vida, ya tomé un montón de decisiones equivocadas y tengo que vivir con eso, no me puedo arrancar, sin importar lo que intente.

Al final lo único que queda es que quiero algo más. Cuando llego a mi ser basal hay una voz que me dice que el ahora no es suficiente, quiero y necesito más. Me exijo más, debo tener y ser más. Y no hablo de nada material. 

Algun día voy a hacer un listado con mis máximas. Por el minuto:

- Quiero más. La vida tiene que ser más que esto.

- Si les gusta bien y si no, bien también.


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