26.12.07

Soy...

Muchas veces es complicado determinar cómo llegamos a cierto punto de nuestras vidas, cual fue el punto de inflexión que precipitó el cambio hacia la persona que actualmente somos.

El otro día descubrí que se debe a una persona. Ella fue el punto de inflexión.

Me hizo darme cuenta de un montón de cosas, me mostró un montón de cosas y me frustró otro montón.

He vivido estos últimos años tratando de no desperdiciar ninguna oportunidad que se me presente, porque después de perder mis oportunidades con ella, no quise nunca más sentir esa rabia conmigo.

Con ella descubrí que detesto sentirme miserable y estúpido, por lo que mis objetivos cambiaron de, una serie de proyecciones y expectativas mentales, a simplemente ser feliz.

Ella me enseñó que no soy ningún príncipe azul, ni tengo un caballo blanco, por lo que no puedo esperar salvar a nadie, especialmente si ese alguien no se salva a sí mismo. A lo más puedo ayudar en el proceso, pero sanar, cambiar y salvarse son temas que dependen estrictamente de la persona que lo necesita.

También aprendí que si quiero algo, lo tengo que tomar, las cosas no caen del cielo, y esperar no es una opción.

Aprendí todo eso en epifanías de dolor y frustración, que creo que en cierto grado de masoquismo y Pavlov es la manera que tenemos de aprender… y crecer.

Me dijeron el fin de semana que mi actitud respecto a querer probarlo todo, mi atracción hacia lo nuevo era una señal de inmadurez, en mi caso ha sido al revés, es una señal que he crecido, que abandoné mi caracola. Nunca más quiero sentirme un estúpido y para eso quiero saberlo todo y no me basta leerlo en libros.

Estoy estudiando y aprendiendo de los seres humanos, quiero saber porque lloran, porque ríen, porque evaden… y mi idea siempre ha sido aprender haciendo, involucrándome, no me sirve ser testigo de lo que quiero conocer, quiero que sea parte de mi y después incorporar a mi vida lo que crea valioso para mi propia experiencia.

Bueno o malo, aprendo a porrazos propios, no del resto… en los porrazos propios, más allá del dolor, entiendo el por qué.

He cambiado, los años no pasan en vano, mi despreocupación está preocupadamente planeada y controlada… aún así, parece que soy demasiado libre. Me gusta la libertad y adquirir compromisos no significa perderla, es un acto más de esa libertad, que tanto asusta a veces, soy libre de asumir compromisos, libre de cumplirlos y romperlos, pero como respeto mis decisiones libremente tomadas, un compromiso es un compromiso, una vez tomados no me interesa doblar o romper las reglas que yo mismo he planteado.

En todo caso, la lección más importante de todas, no surgió directamente de ella, sino más bien en conclusión de ella: cualquiera sean mis acciones, éstas tienen consecuencias y debes estar dispuesto a asumirlas, sin ni un pero.

Pago las consecuencias de mis actos, pago por mis errores del pasado y pagar por ellos me libra de sentimientos de culpa y preocupación. A mi me parece un buen trato.


6 comentarios:

@pauli_moli dijo...

Te equivocas, una y mil veces. No tiene nada de malo salvar a alguien, todos necesitamos ser salvados en al menos una ocasion en la vida, y todos deberiamos ser capaces de salvar tb a alguien en al menos una ocasion en la vida. La capa de superheroe no tiene nada de malo mientras no tengas que usarla a diario y mientras los otros tb sean capaces de usarlas en algun momento ya sea para salvar a otros o a si mismos. De la misma manera un superheroe no puede vencer a todos sus enemigos solo. Y el mejor de los superheroes conoce sus limitaciones y sabe cuando debe pedir ayuda y a quien.

Cuida tu libertad, los fantasmas tb encadenan.

@pauli_moli dijo...

Despues de leer tu posteo parece que te lei mal, creo que estamos de acuerdo, por eso no tienes que buscar (o dejar que te encuentren) princesas que salvar sino una que sea capaz de caminar a tu lado y sacar la espada cuando sea necesario, un compañero de ruta. Alguien que no te pida que lo salves, solo que sostengas su mano y vigiles mientras duerme y se repone. Y que haga lo mismo cuando tu estes debil. Pero a las eternas victimas de la vida...fuera!

Aunque tal vez no deberias ponerme tanta atencion...segun algunos el 50% de lo que digo son puras weas! Ouch! dolio!

Anónimo dijo...

ja! Yo si pude sicopatearte en la web jajaja tu direccion de miniaturas me derivo a este lugar....nada que no supiera. ya nos hemos ido conociendo.

Espero ke nos veamos pronto aunque un proyecto nos mantendra lejos desde el martes 15 hasta el 23..ya no ire a stgo para el 19 buuu...pero estaremos en contacto...ya vendra el celular, espero.

besos

Mai

Anónimo dijo...

ahh por si acaso estoy de acuerdo con el comentario de polillita. Vivan las princesas con espada!!!

Mai

Kuarin dijo...

Perdón, con permiso:

Llegué saltando del blog de un amigo; recuerde señor dos cosas: Que la fruta madura está más cerca de pudrirse, caerse al suelo y ser pisoteada por cualquiera.

Eso de la madurez, junto a la virginidad y el cuco son cuentos de viejo para mantenernos como caballos con anteojeras.

Por cierto, buen texto, felicitaciones... en un mundo de abreviaturas y faltas de ortografías es agradable leer algo bueno.

Anónimo dijo...

Creces dia a dia, porrazo tras porrazo... y aun asi, conservas tu escencia, una mezcla de niño y bicho endemoniado... algo asi como Maquiavelo en su primera infancia.
Un beso
Cuidate...